Nuestros principios éticos están profundamente arraigados en la promoción de la cultura del buen vivir y la reverencia por la naturaleza. Nos comprometemos a utilizar nuestros conocimientos para el crecimiento individual y comunitario, preservando y compartiendo las enseñanzas y prácticas ancestrales
Conscientes del impacto potencial de nuestras acciones, nos aseguramos de que nuestros rituales y ceremonias estén siempre orientadas hacia el bienestar, sin causar daño ni obtener ventajas indebidas. Los miembros de la iglesia, en sus roles de Yachay, Kurakas y aprendices, son responsables de sus acciones y los resultados previsibles. Defendiendo el profesionalismo, la dignidad y la transparencia, utilizan la comunicación como herramienta para construir puentes, fomentar el respeto y promover el diálogo constructivo, al tiempo que rechazan explícitamente cualquier forma de comunicación que genere división o discriminación.
Los Yachay, kurakas y aprendices pertenecientes a la iglesia del Sumak Kawsay se comprometen a fomentar la cultura de la salud, favoreciendo estilos de vida saludables tanto como para individuos como para el entorno y todo lo que los rodea.
Todos los que trabajan en nombre de la Iglesia de Sumak Kawsay se comprometen a poner sus conocimientos al servicio del crecimiento del ser humano como individuo y comunidad. Todo el organismo de la iglesia, sus diferentes partes, y sus diversas funciones, trabajan conjuntamente para compartir las enseñanzas y conocimientos ancestrales que la iglesia custodia. Es vivo nuestro compromiso en la educación y formación profesional de los aprendices, estudiantes y de todos aquellos que se conectan con la organización. Todas las herramientas relacionadas con las actividades culturales y ceremoniales eclesiásticas basadas en la aplicación de principios, conocimientos, modelos del Sumak Kawsay son específicas de los profesionales autorizados por la Junta Directiva de la Iglesia. La enseñanza de estas herramientas y técnicas está reservada para estudiantes y aprendices.
Somos conscientes de que nuestras ceremonias y rituales pueden influenciar las vidas de las personas que participan en ellos, por lo tanto nos comprometemos estar atentos a los factores que influyen en la vida social y personal de los participantes, para que las acciones no tengan fines inapropiados, y que la confianza generada no sea utilizada para otros fines que no sean la salud y el bienestar.
Los profesionales de la iglesia se comprometen a no perjudicar a aquellos con quienes tratan profesionalmente, y no usar su rol, su posición, ni sus herramientas profesionales para obtener ventajas indebidas. Yachay, Kurakas y aprendices son responsables de sus actos y de sus previsibles consecuencias.
Yachay, Kurakas y aprendices se comprometen a representar a la iglesia con profesionalismo, dignidad y transparencia. Por lo tanto su comunicación se fundamenta en la veracidad, el respeto y la claridad, tanto en las expresiones verbales como a través de los medios de comunicación, la informática y las redes sociales. Se desarrollan todas las formas de comunicación en busca de un diálogo constructivo. La iglesia rechaza y denuncia toda forma de comunicación que provoque distanciamiento, destrucción de relaciones y toda forma de discriminación.